
Aprovechando que tenía bizcocho, crema y fondant le hice una tartita a Sanami y se la decoré con Doraemon.

Busqué una receta en Internet y encontré ésta que además no tenía nata (que para mi intolerancia va muy bien).
Como no tenía tanto melón, adapté la receta en cantidad y le añadí también un poquito de caldo de pollo para atenuar un poco el sabor del yogur. El jamón lo piqué y lo hice en la sartén sin poner nada de aceite (era mucho horno para tan poco jamón). La hierbabuena fue regalo de la maceta que nos compramos este fin de semana de fiebre Vivera (ya veréis las fresas).
Gustar, gustó, y aún siendo poco melón, tenemos crema para un par de días.